jueves, 25 de noviembre de 2010

BIOLOGÍA ANIMADA (IV). BIOLOGÍA POKEMON

No hay duda de que los dibujos animados populares (como ya comprobamos con Bob Esponja o con las dos entradas anteriores de esta serie: Biología animada I, II y III) pueden proporcionarnos a los profesores unas herramientas atractivas y motivadoras para intentar despertar el interés por la Ciencia en los jóvenes. Como le escuché decir al genial Juan Vaello Orts, en un curso al que tuve la suerte de asistir por segundo año consecutivo:

"Los jóvenes de hoy en día están tentados por múltiples escaparates que venden "productos fáciles de adquirir, cómodos y baratos" (Internet, chats, televisión, videojuegos...), por lo que los profesores tenemos que intentar hacer llamativo y competitivo "el producto" que queremos "vender". Fijémonos en como funciona la economía."
(No son palabras exactas de Juan Vaello, pero me quedé con este mensaje)

¡Ojo! Esto no quiere decir, ni mucho menos, que tengamos que bajar niveles o devaluar la enseñanza, sino todo lo contrario, intentar buscar fórmulas que acerquen las enseñanzas al alumnado sin provocarles rechazo o pereza...

En este caso son los dibujos animados de Pokemon los que nos pueden ayudar a transmitir conceptos más o menos complicados de Biología.

Por ejemplo, fijémonos en este sencillo dibujo que en sí mismo ya es una gran muestra de frikismo científico, se trata de la anatomía interna de un Bulbasaur, un pokemon tipo planta cuyo nombre en japonés significa semilla extraña. Bulbasaur se caracteriza por tener un enorme bulbo vegetal en su espalda, que gracias a realizar la fotosíntesis es capaz de sintetizar compuestos orgánicos y almacenar estos nutrientes, por lo que el pokemon puede pasar varios días sin comer.

Anatomía del Bulbasaur
(Pincha para ampliar)


La imagen original está en inglés y la podéis encontrar en Pixfans y en Geekstir. La que he usado antes es la misma ilustración pero con una traducción propia del texto al castellano.


En el dibujo vemos como la parte vegetal se fusiona al esqueleto y a la médula espinal del Bulbasaur, proporcionándonos un extraño caso de simbiosis total entre un animal y un vegetal. En el mundo real, tenemos ejemplos de este tipo de relación interespecífica en los perezosos, Bradypus tridactylus, que desarrollan una simbiosis con algas verdes que crecen sobre su pelaje. Otro ejemplo de un animal extraordinario capaz de hacer fotosíntesis es la Elysia chlorótica, una babosa de mar que incorpora cloroplastos al citoplasma de sus células a partir de las algas que ingiere.


Bulbasaur
Fuente: Wikidex

Algas en el pelaje de un perezoso
Fuente: Tunqui

Elysia chlorotica. Fuente

Tras haber conocido que se esconde en el interior de Bulbasaur (¡látigo cepa!), ahora nos centraremos en el ciclo vital de este magnifico simbionte. En la siguiente imagen podemos ver, en tres sencillos pasos, como se establece la relación simbiótica entre el animal y la planta, así como una de las funciones biológicas de la parte vegetal, que es la de proporcionar camuflaje, y por tanto protección, al animal, que puede pasar desapercibido para sus depredadores. El dibujo esta basado en un animal extinto real, un Lystrasaurus sp., al que se le han añadido unos bulbos vegetales en la espalda

Click en la imagen para ampliar.
Imagen modificada a partir de esta.

Volviendo al tema que nos ocupaba al principio del post, me parece que sería interesante usar estas imágenes para ilustrar o iniciar el tema de las relaciones interespecíficas en las clases de Biología de 4º de ESO, o para mandar trabajos de investigación y especulación biológica, relacionada con los ficticios Pokemon y aplicada a animales o plantes reales.

Para terminar, os dejo ahora con algunas otras imágenes realistas del Pokemon Bulbasaur:

Bulbasaur. Fuente

Bulbasaur. Fuente

Bulbasaur. Fuente

Squirtle, Charmander y Bulbasaur

Venusaur (evolución de Bulbasaur)


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Nota del autor: Esta entrada ha surgido de la unión de otros dos publicados anteriormente en La Ciencia de la Vida, aunque he tenido que añadir o volver a redactar diversos fragmentos para que combinen bien y que resulten una entrada completa.

Experimento. Pompas de jabón sobre CO2
Piensa, piensa, piensa en mí…

2 comentarios:

John dijo...

Genial post! me gusto mucho en verdad y me animo además a ver los otros sobre biologia (I, II, III) donde aprendi un poco más sobre los animales (en concreto de los insectos y eso)
Excelente espero salga más blogs que informen de una manera tan amena la realidad como lo hace este.

Carlos Lobato dijo...

Muchas gracias por esas palabras John! Nos alegra saber que nuestra manera de divulgar la Ciencia os guste a los lectores que pasáis por aquí. Un saludo! ;)